sábado, 8 de diciembre de 2007

Headbangers

Cuando Leandro empezó a caminar, mi paranoia casera se activó exponencialmente. El borde de la mesa, la esquina desprotegida, el piso duro, todo era para mí un peligro. Cada vez que caía y el piso retumbaba gracias a su cabeza, imaginaba que ya no entraría a la universidad en el primer puesto y que terminaría como futbolista. Golpe a golpe, podía sentir como sus neuronas sucumbían, heridas de muerte. Escribí baby head protection en el buscador de Google y me zambullí en la web.

Encontré el thudguard baby helmet, un protector para la cabeza de los querubines que me pareció adecuado. Había un pequeño problema con la página donde descubrí el producto pero no me sentí mal:

http://www.strangenewproducts.com/ Strange New Products is a look at the weirdest, funniest, stupidest, and ingenious new products entering the marketplace.

Me sentí weird, funny, stupid and ingenious, todo a la vez. Lo máximo. Continué mi búsqueda y encontré el headbumpa, el nobumps, y el baby helmet. Cuando terminé de ver el video, vi la luz. Descubrí que no era el único, que habían otros padres como yo, alarmados por los cerebritos de nuestros hijos y que no se iban a dejar amilanar por esas voces que criticaban una preocupación legítima. Seguro que no eran padres y por lo tanto, no sabían de lo que estaban hablando.


Claudia pensó que me había vuelto loco cuando llegó el paquete. "Con esto, estaremos seguros que nada le pasará a Leandro, y encima, fue una ganga" le dije. No me importa lo que piensen los demás. Solo quiero que Leandro crezca con todas sus neuronas completas, sea tan inteligente como yo y se convierta algún día, en presidente del Perú.


Imágenes tomadas de aquí, aquí y aquí